
a continuación se presenta el mito de la creación según éstos.
"Al principio
no había nada más que un Abismo Abierto, un enorme vacío llamado Ginnungagap;
sin embargo, esta región caótica, este Ginnungagap, no estaba vacía. Al norte
se extendía el Niflheim (el hogar de la niebla), que había existido
"incontables edades antes de ser creada la tierra"; y al sur el
Muspellheim. Estas dos regiones contrastaban como el hielo y el fuego, pues el
Niflheim reinaba en el hielo y la niebla, mientras que el Muspellheim estaba
invadido por las llamas y el calor. Del centro de Niflheim brotaba, burbujeante,
la poderosa fuente de todas las aguas, un pozo llamado Hvergelmir, el Caldero Rugiente.
De él brotaba Svöl, Gunnzrá, Fjörm Fimbulzul, Slidr, Hríd, Sylgr, Ylgr, Víd,
Leiptr y Gjöll, "que es el situado más cerca de las rejas de Hel".
Había surgido del manantial de tiempos inmemorables, fermentado en una espuma
venenosa que se sedimento como las escorias que se forman en el horno, y se
endureció, dando lugar a la formación del hielo. Cuando el hielo se detuvo y
dejó de fluir, se quedó suspendido donde el veneno de la espuma se
solidificaba, y formó escarcha. Y estas nieblas congeladas creció y se esparció
sobre todo lo que existía en Ginnungagap. A consecuencia de ello el Abismo
Abierto, situado en el cuadrante septentrional, se llenó de duro y crujiente
hielo y escarcha procedente de las lluvias y las tempestades, mientras el
firmamento meridional del Abismo destellaba por el efecto de las chispas y
gases fundidos que brotaban del Muspelheim".
"De las gotas
fermentadas, que cobraban vida en virtud del poder que desprendía el calor, se
formó la imagen del hombre. Su nombre es Ymir, aunque los Gigantes Helados lo
llamaban Aurgelmir (Olla de Barro), pues afirmaban que de él descendía toda su
raza. No era Dios, sino una criatura maligna, como toda su casta, llamada
Ettins (Gigantes Helados). Se cuenta que mientras dormía, Ymir empezó a sudar y
debajo de su mano izquierda crecieron un macho y una hembra; después nacieron
un hijo tras otro. Y de ellos surgió la raza de los Ettins. Inmediatamente
después de que la escarcha empezara a gotear, se solidificó en la vaca
Audhumla, de cuyas ubres brotaban cuatro ríos de leche: Ella fue la que
alimentó a Ymir. También la vaca Audhumla necesitaba comer. Lamió las peñas de
hielo, y las encontró saladas. El primer día que lamió en las rocas apareció en
ellas, por la tarde, la cabellera de un hombre; el segundo día, una testa
humana, y el tercero, un hombre completo. Recibió el nombre de Buri, de bello
semblante, alto y fuerte".
"Engendró un
hijo llamado Bor, que tomó por mujer a Bestla, hija del gigante Bölzorn (Espina
perniciosa); tuvieron tres hijos: Odin, Vili y Vé. Los hijos de Bor golpearon
la cabeza del gigante Ymir, de cuyas heridas brotó tanta sangre, cuando se
abatió, que todos los gigantes helados se ahogaron, con la excepción de uno
solo, el cual logró salvarse con su familia. Los gigantes le llaman
Bergelmir".
"Luego Odin,
Vili y Vé cogieron el cadáver de Ymir y lo arrojaron al centro del Abismo
Abierto e hicieron de él la Tierra. Y con su sangre crearon los lagos y los
mares. De hecho, la Tierra se fabricó de su carne, y las escarpas montañesas de
sus huesos; rocas y aristas hicieron de los dedos de sus pies, de su doble
dentadura y las esquirlas de sus huesos quebrados".
"Así cobró
ser una nueva raza. Los enanos que tomaron forma y vida en el cuerpo de Ymir,
eran entonces como gusanos; más una palabra de los dioses, cobraron consciencia
con la inteligencia de los hombres y adoptaron un aspecto humano. Vivieron en
la tierra y en las peñas. Cuatro de aquellos enanos fueron elegidos para una
función importante".
"Los hijos de
Bor cogieron la calavera (de Ymir) y formaron con ella el cielo, colocándolo en
lo alto, encima de la tierra, con un enano en cada una de sus cuatro esquinas
para sostenerlo así. Estos enanos se llamaron Este, Oeste, Norte y Sur (Austri,
Vestri, Norðri, y Suðri). Después tomaron las cenizas encendidas y las chispas
que en el Muspellheim expulsa, y las pusieron en el centro del Abismo Abierto,
tanto arriba como abajo para iluminar el firmamento y la tierra. Fijaron la
situación de todas las estrellas: unas en el cielo y otras que debían avanzar y
retroceder bajo el cielo, y fijaron sus lugares y trazaron sus veredas. Cuentan
que las antiguas tradiciones que de este trabajo resultaron las noches y los
días y el cómputo de los años
Y no todo es eso ya que la tierra es redonda y abarca el
hondo mar azul. A lo largo de las riberas externas del océano Odín, Vili y Vé
otorgaron tierras que se llamaron Yötuheim, a la raza de los Gigantes, para que
se establecieran en ellas. Pero en el centro del mundo construyeron un muro
fortificado, ciñendo esa región, para defenderse de los gigantes enemigos: y
las edificaron con las cejas de Ymir, y llamaron Midgard a su baluarte. También
cogieron sus sesos y formaron las nubes arrojándolos a los vientos".
"Paseándose
por la playa del profundo mar, los hijos de Bor tropezaron con dos maderos
arrojados por las olas, los recogieron y los tallaron con forma humana. El
primero de los hijos les concedió el alma y vida; el segundo, el entendimiento
y sensibilidad; y el tercero, figura y las facultades del habla, el oído y la
vista. Les dieron vestidos, y les llamaron por sus nombres, al hombre Fresno y
a la mujer Olmo (Askr y Embla). Estos dos procrearon toda la humanidad y
tuvieron morada en Midgard".
FUENTE:
http://webspace.webring.com/people/hu/ulfkaine/creacion.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario